Dentro de muy poco arranca la NBA y hace prácticamente un año el equipo llamado a pelear de tú a tú con LeBron y sus Cavs sufrió un terrible batacazo. Gordon Hayward, una de sus recién fichadas estrellas, padeció una fractura luxación de tobillo. Las preguntas en torno a su vuelta son muchas y complejas. Desde aquí, me he puesto en contacto con un compañero de gremio, Daniel (@danilovic91, seguidle en twitter que es un fenómeno y un profesional como la copa de un pino) y de una manera sencilla, intentaremos explicar qué sucede en el cuerpo humano tras una lesión semejante y qué podemos esperar de él. Nos hemos reunido varias veces para sacar conclusiones y esto es lo que al final hemos preparado para Planeta NBA. Esperamos que os guste!
Pongámonos en situación. Hay una fractura de tibia y roturas en varios ligamentos que no vamos a enumerar; pasa por cirugía para estabilizar la fractura; inmovilización; rehabilitación y readaptación.
La fractura ósea es lo más serio a priori, pero, una vez intervenida, es lo menos preocupante, si va soldando. El problema real es la rehabilitación y readaptación del deportista.
Cuando un ligamento se rompe, lo hacen también las terminaciones nerviosas que hay en él y con ello un flujo de información que forma parte de lo que llamamos propiocepción.
La propiocepción es un sistema o ‘sentido’ que tiene el organismo gracias al cual podemos sentir y saber la posición de cada parte del mismo. Participa en la dirección y amplitud de movimiento, permite reacciones y respuestas automáticas, interviene en el desarrollo del esquema corporal y en la relación del cuerpo con el espacio. Se pueden añadir muchas cosas, pero estos son los puntos principales. Dicho de otro modo, cuando te empujan o te desequilibras, el cambio de tensión o presión en los receptores que hay repartidos en el sistema músculo esquelético, entre los que está el ligamento, mandan información que viaja a médula y córtex (cerebro), donde se regula una respuesta que viaja de vuelta hacia la musculatura para generar una acción y evitar caernos o para colocarnos correctamente y ejecutar una acción.
Este sistema funciona muy bien, pero tiene un factor determinante, la velocidad de generar y llevar a cabo la respuesta debe ser más rápida que el factor que nos desequilibra y es aquí donde entra el “problema” real en estas lesiones. Es decir, desde que comienza la acción que nos pone en peligro y la respuesta que creamos pasa un tiempo crucial donde intervienen múltiples factores. En el cerebro contamos con redes neuronales comunicadas y creadas a partir de lo que percibimos desde los sentidos y las experiencias vividas, como pueden ser cálculo de distancias, velocidad o la ejecución, por ejemplo, de un tiro.
Todo esto se pierde o deteriora con la inactividad. El cerebro posee una cualidad ahora muy de moda y fundamental: la neuroplasticidad. Este fenómeno, descubierto no hace mucho, permite al cerebro adaptarse y cambiar como resultado de la conducta y experiencia. Se ha demostrado que a las dos semanas de inmovilizar una articulación ya se aprecian cambios significativos a nivel cerebral de la zona encargada de dicha articulación, tanto a nivel sensitivo de esa articulación como en el control muscular de la misma. Vamos incluso más allá: a las 12 horas comienzan los primeros cambios, en este caso electrofisiológicos. Dicho de otro modo, se es un poco más lento y más torpe, neurológicamente hablando, y como consecuencia se plantean de forma más lenta las soluciones a los posibles problemas.
En un jugador como Hayward, que no ha vivido nunca de su velocidad o fuerza, no habrá muchos problemas si administran bien la cantidad de minutos, ya que la fatiga, sobre todo esa fatiga a nivel de sistema nervioso, es lo que puede jugarle una mala pasada.
Así que con un poco de paciencia y una buena administración de sus minutos, deberíamos tener al buen Gordon Hayward a medio plazo. De todos modos, crucemos los dedos y esperemos que no necesite demasiadas veces llevar al límite su sistema propioceptivo en estos primeros partidos y se tome la pretemporada como lo qué es. Una puesta a punto!
Besitos!!
Anna McMurphy (@McmurphyAnna)