Es algo intrínseco dentro del ser humano, cuando es testigo de gestas destacables en la mayoría de ámbitos de la vida, a posicionarse a favor o en contra. Si uno hace memoria se dará cuenta de que a mayor gesta, mayor tendencia tenemos a posicionarnos en los extremos más opuestos en relativo a estos ámbitos de la vida. Por suerte, aquí estamos solo para referirnos a un ejemplo en concreto dentro del baloncesto que tanto queremos desde Planeta NBA.
Este hecho es tan antiguo en la liga como la liga propiamente dicha: Desde las opiniones relativas a la ausencia de tiro exterior de Dr.J, pasando por el quizá más extremo de estos casos con la rivalidad Celtics/Lakers, que decir claro de los Detroit Pistons los llamados Bad boys en que solo se destacaba su defensa, hasta los casos ya más cercanos de los malos porcentajes de Allen Iverson o la supuesta tiranía de Kobe Bryant dentro del sistema de Los Angeles Lakers en su larga trayectoria con ellos.
En todos estos casos hay un denominador común que produce estos sentimientos encontrados, el dominio del juego, el poder llevar el rendimiento individual y por ende colectivo en la mayoría de los casos a cotas muy pocas veces alcanzadas durante la existencia de la NBA y ABA anteriormente. A menudo estos logros han propiciado desde la organización la creación de reglas antes no existentes, para adecuarse a la evolución de la liga: La norma de 3 segundos en la zona instaurada en la época de George Mikan, al ampliación del tamaño de esta zona debido a la aparición de Wilt Chamberlain así como la regla relativa al goal tending a la hora de taponar tiros en trayectoria descendente y la más reciente de todas la “regla James Harden” referida a ser señalada como falta de tiro la acción en el momento que el jugador haya comenzado el movimiento de tiro claramente y pudiendo sancionar como infracción del atacante cuando es él quien hace contacto con el defensor.
El caso de este último es el que hoy analizamos un poco más en profundidad, intentado alejarnos de los extremos y sí basándonos en lo que nos puede indicar más claramente su impacto en el juego de hoy en día.
El comienzo de la actual temporada no fue para nada esperanzador dentro de los Houston Rockets, después de sufrir una agencia libre demasiado traumática para un equipo que estuvo a las puertas de las finales de la NBA y llevando a los actuales campeones los Golden State Warriors al séptimo partido siendo esta la serie más exigente para este equipo camino de leyenda.
En este momento de necesidad es donde James Harden ha aparecido más que nunca para su equipo, cuanto más se llenaba la lista de lesionados del equipo, primero Chris Paul, seguido de James Ennis, Eric Gordon y el ultimo en caer Clint Capela, la figura de la barba de la liga se ha hecho más y más grande.
En ausencia de estos jugadores, Harden ha llevado a los Rockets a un record de 14-6, enfrentándose en la mayoría de los casos contra los mejores equipos de la liga. Durante esta racha, Harden ha exprimido al máximo el sistema implantado por Mike D´Antoni de utilización de un jugador como casi generador absoluto del juego. Tanto es así que ha alcanzado un nivel de usage (incidencia del jugador en el juego, tanto por puntos, asistencias, balones perdidos, etc.), de un 40.1% siendo el segundo jugador en la liga Joel Embiid con un 32.8%. Por hacer una comparación histórica Michael Jordan o Kobe Bryant no llegaron a superar en 33,5 por ciento en el cómputo de todas sus carreras.
Otro dato estadístico destacable más allá de sus promedios de 11.1 tiros libres de media por partido esta temporada (por ejemplo Michael Jordan llego a promediar 11.9), es el dato de que el 91,3% de los puntos conseguidos por James Harden han sido sin asistencia, siendo el segundo jugador de la liga su compañero Chris Paul con un 89,1%, y el tercer jugador en la lista es Tony Parker con un 82,8%. Esto se ha acentuado más si cabe en los 3 últimos partidos anotando 163 puntos sin ser asistido. Sólo Michael Jordan y Kobe Bryant han anotado más puntos en 3 partidos de manera consecutiva en los últimos 50 años. Es el segundo jugador tras Wilt Chamberlain en racha de partidos consecutivos de más de 30 puntos con 20 partidos, todavía muy muy lejos de los 65 partidos de “The Stilt”.Este año ha llegado su tope de puntos por partido con un 35.7 seguido de un 29.8 de Stephen Curry.
Datos ya de por sí enormes, que destacan la capacidad de creación de juego de un jugador con los mejores juegos 1 contra 1 de la historia. Y si miramos un poco más halla nos daremos cuenta de que no es sólo capaz de generar juego para sí mismo. En los números globales, este año ha llegado su tope de puntos por partido con un 35.7, seguido de un 29.8 de Stephen Curry y por tercer año consecutivo se encuentra entre los máximos asistentes de la liga, siendo cuarto en este apartado con un 8.3 de asistencias por partido.
El promedio total de James Harden en estos últimos 20 partidos:
41.9 puntos
7.3 rebotes.
8.7 asistencias.
2.1 robos de balón.
43.7% porcentaje de tiros de campo.
38.2% en tiros de 3.
88.6% en tiros libres.
Después de todos estos datos, lo único que nos queda es preguntarnos, ¿hasta cuándo será capaz de mantener este ritmo de productividad? Y sobre todo ¿por qué posicionarnos en los extremos de “a favor” o “en contra” de él y no simplemente disfrutar de una de las temporadas individuales más completa de los últimos 50 años en la NBA?
Antonio Alonso (@AntonioGlide)
Bravo bravisimo!!! Me ha encantado, ameno, interesante, conciso y sin adornos, muy buen trabajo. Yo digo SI disfruto de Harden. Un saludo
Y yo siempre disfruto de cuando sales en los directos Francesc! Muchas gracias crack